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Diseño bioclimático en Yucatán: un hogar en armonía con la naturaleza

Escrito por Duarte Aznar | Aug 26, 2025 6:12:12 PM

Habitar en el Sureste mexicano significa admirar los cielos de azul intenso, las sombras que produce la luna o noches plenas de estrellas; un sol radiante y humedad extrema en un entorno natural único. Pero esas mismas características hacen que disfrutar un hogar bioclimático no solo sea posible sino una tendencia responsable y una conveniencia práctica.

 

En este artículo te explicamos en qué consiste y cómo aplicarlo; en el caso de Yucatán, tomar en cuenta estas recomendaciones podrán ayudar a que tu casa cuente con un mayor confort climático.

¿Qué es la arquitectura bioclimática?

La arquitectura bioclimática es un enfoque de diseño y construcción que utiliza principios sostenibles para crear edificaciones eficaces y confortables, integrando las condiciones climáticas locales, optimizando el uso de recursos naturales como la luz solar, el viento y la vegetación para reducir la dependencia de sistemas de climatización e iluminación artificial y disminuir el impacto ambiental. A diferencia de los diseños convencionales, un hogar bioclimático se adapta a su entorno: su orientación, materiales y ventilación están pensados para trabajar con el clima en busca del confort pasivo. En el Sureste, donde la temperatura y la humedad pueden ser desafiantes, este enfoque es clave para disfrutar de un hogar realmente habitable.

Recomendaciones para favorecer un hogar bioclimático y sustentable en el Sureste

 

1. Orientación estratégica

Diseñar la casa pensando en el recorrido del sol es fundamental. Las fachadas más expuestas a los rayos solares deben protegerse con aleros, celosías o vegetación que reduzca la radiación directa, y los espacios detrás de ellas, deben destinarse a servicios o sitios con uso infrecuente. Consecuentemente, las fachadas menos asoleadas -en Yucatán las que encaran el norte- deben corresponder a los espacios más frecuentados de la casa. En general los espacios interiores deben orientarse hacia los puntos cardinales más compatibles con las actividades que en ellos se desarrollen, los horarios de éstos, la frecuencia y la cantidad de personas habitualmente presentes.

 

2. Ventilación cruzada

Para que el aire se renueve dentro de los espacios debe salir para dar paso al aire del exterior. Esto se logra disponiendo estratégicamente las ventanas para permitir el establecimiento de flujos ventilativos a través de todos los espacios. Los vientos reinantes soplan desde el oriente, por lo que las ventanas destinadas a captar el viento deben mirar hacia allá y los espacios interiores deben tener otras ventanas en las fachadas norte o sur, para permitir que el viento salga.

 

3. Materiales adecuados para el lugar

En el Sureste, el sol radiante casi omnipresente, un suelo calcáreo que parece ser infinito, el manto freático superficial y -en la proximidad de las playas-, la brisa marina cargada de sales, constituyen agentes agresivos con materiales o acabados generalmente útiles en otros sitios. Para los exteriores los acabados pétreos debidamente sellados ofrecen una buena respuesta mientras que en los interiores -además de los pétreos- las maderas duras  también protegidas, se comportan bien. En las playas deben evitarse los metales y en todos los casos el aislarse del suelo es recomendable.

 

4. Cubiertas y muros con aislamiento térmico

Aproximadamente el 70 % del calor en los interiores es irradiado por las cubiertas; aislar éstas con elementos que las sombreen es relativamente sencillo, pudiendo hacerse con paneles fotovoltaicos, vegetación o pérgolas. Los muros que reciben el mayor asoleamiento pueden aislarse también con vegetación o membranas de diversos tipos. Tener un doble muro con una cámara de aire es de igual manera muy eficaz. Respecto a las ventanas, dado que el cristal es por lo general altamente transmisor de calor, lo recomendable es protegerlo con persianas o celosías exteriores para evitar que el sol incida directamente sobre su superficie. Este principio aplica por supuesto en todos los casos: Anteponer el elemento que produce sombra. Es necesario dejar espacio para que circule el aire entre el elemento protector y la superficie protegida. Los techos elevados y diseños para provocar el efecto Venturi, son también estrategias muy útiles.

 

5. Integración de vegetación y agua

Jardines interiores, albercas, estanques y árboles estratégicamente dispuestos ayudan a regular la temperatura y aportan belleza. Es importante considerar que la vegetación endémica requiere menos mantenimiento y favorece la biodiversidad local. Favorecer el paso del viento a través de árboles o cuerpos de agua, provoca el descenso de su temperatura y el aumento de su humedad, mejorando las condiciones de los espacios interiores. En general es deseable que la superficie de contacto entre la edificación y el suelo sea la menor posible, y que los pavimentos exteriores sean permeables para disminuir la refracción del calor del sol y facilitar la recarga del acuífero. 

 

6. Sistemas de captación y ahorro de agua

La temporada de lluvias en Yucatán es una oportunidad para cosechar y utilizar el agua pluvial. Esta puede emplearse para provocar murmullos, generar estanques controlados o reservarla para usos futuros. 

 

7. Energías renovables

La energía solar es un recurso importante que puede ser muy bien aprovechado en la región. Incorporar paneles fotovoltaicos o calentadores solares reduce la huella ambiental y aminora gastos eléctricos. Como mencionamos anteriormente, el uso de éstos en azoteas adicionalmente favorece al sombreado de las mismas, reduciendo la radiación del calor al hogar.

 

Duarte Aznar: Hacia los espacios bioclimáticos

Construir un hogar bioclimático en el sureste no es un lujo: es una forma de pertenecer e integrarse a un lugar, de empezar a formar parte de su historia, tomando lo bueno que ofrece y "domesticando" lo que sea necesario; es también cuidar el entorno y asegurar que tu inversión mantenga su valor a largo plazo. En Duarte Aznar tenemos muchos años diseñando viviendas que dialogan con el paisaje y la cultura de Yucatán. Casas con patios interiores que constituyen un remanso de paz y frescura, terrazas convenientemente orientadas para que circule el aire, celosías que filtran la luz o cortinas vegetales que refrescan la brisa, son algunos ejemplos de cómo la arquitectura puede trabajar en sintonía con el clima, a partir de la identificación y el entendimiento de los insumos del lugar.

Algunas de las estrategias mencionadas fueron aplicadas en La Cuña, Casa de Playa. Conoce más del proyecto y convéncete de por qué somos el aliado perfecto para construir tu hogar.